miércoles, 25 de enero de 2023

CONVIVENCIA: ENSEÑADA O SIGNIFICADA

 

NOTA: CONVIVENCIA[1]

1 DE ABRIL 2022

Convivencia: Enseñada o Significada

Convivir con los semejantes se ha revelado aspiración de los seres humanos desde siempre, es decir, desde cuando fue posible ofrecer noticias perdurables de la vida humana vivida en un cierto ámbito, lugar o situación de este mundo. Las noticias más antiguas disponibles en este planeta, a reserva de nuevos descubrimientos, ya nos cuentan el surgimiento simultaneo de la aspiración convivial y la de conflictos y modos violentos de enfrentarlos, negación del convivir. De ahí la certeza de conductas humanas primigenias debidas al inescapable conflicto entre personas o grupos. Y, al mismo tiempo, certeza de acciones humanas para resolver el conflicto, o al menos atenuarlo.

Convivir, domar el conflicto y vivir (convivir) en paz, por lo mismo es una acción tan importante y primigenia como las enlazadas al conflicto. Los estudiosos de la justicia social nos ayudan a tener noticia de los muy diversos modos de resolver o atenuar los conflictos entre personas, grupos, comunidades, pueblos y naciones. Nos hacen ver las acciones de dominación o imposición de parte del más fuerte sobre el débil, por muchos medios. También las acciones civilizatorias pera encontrar modos nuevos de vivir para evitar o resolver el conflicto.

Poco a poco la historia nos comunica la aparición y aplicación del pensamiento humano con el cual se comprenden los elementos y causas de los conflictos y cómo se usaron y usan los principios, valores y normas (quizá las formas de mayor racionalidad humana hoy disponibles) aceptados por las diversas comunidades para reconocer y practicar modos de resolución de diferencias y conflictos. También se nos permite revisar el fracaso del intento de recurrir a esos elementos en más de algún conflicto y las consecuencia inhumanas, inaceptables y reales a la vez, de tal fracaso. En forma sencilla: sabemos hoy que la “ley de la fuerza”, primer recurso de solución del conflicto ha sido sustituido por la “fuerza de la ley” y conocemos también éxitos y fracasos de esa evolución.

Una síntesis, incompleta y simple, de lo anterior es: Conocemos cómo la racionalidad técnica ha fracasado en la resolución permanente de los conflictos; y cómo hoy, sin abandonar esa razón, apostamos a la racionalidad comunicacional para prevenir, procesar y resolver los conflictos de hoy. Estamos en el paso difícil desde la razón explicativa a la significación relevante. La explicación busca y encuentra causas, efectos, consecuencias y sus razones. La significación busca experiencias, comprensión de estas, valoración de los hechos y de las decisiones, como dice Adela Cortina, desde el “corazón de la persona y la comunidad.”

Si por un momento nos centramos en la racionalidad comunicacional la tarea (quizá hercúlea) frente al conflicto en sus diversas manifestaciones se puede conseguir que los actores y actantes del conflicto identifiquen el significado de su experiencia conflictiva, la comprensión y valoración que le dan y tomen una decisión que se convierta en diferentes actitudes y conductas. Si el, los participantes en la ruptura del ambiente de paz (aun los violentos) no modifican su significado no habrá convivencia posible. Resignificar sólo se puede por medio de otras experiencias diversas a las que “hoy” le conducen al conflicto. Y si bien, la razón técnica puede ayudar en al proceso de resignificación, es la comunicación “total” la que puede ayudar más y mejor, para arribar a una convivencia significada y no sólo a la normada o enseñada. La racionalidad comunicacional puede facilitarse si se “entra” al problema de no – convivencia por lo socio cultural y lo socio emocional de las personas en conflicto, antes de acudir al intento de aplicar, desde la autoridad, la norma, el valor o el principio.

Un ejemplo: Ante una situación inequitativa, desigual o excluyente la razón comunicacional pide la superación de los hechos mediante el relato de lo sucedido por los participantes (incluidos los observadores) en el conflicto. La reconstrucción narrativa permite recuperar los significados de los actores y detectar la interacción con los humanos y con lo no humano, así sea sin presencia física, en el escenario de la conflictividad (¿Cuántas veces hemos escuchado las quejas de maestros y maestras sobre la imposición de la “secretaría” lejana en espacio, presente en mente y patrón de conductas de esos mismos quejosos)  Y sí, como se propone en definición de convivencia de Fierro – Fortul, se puede gestionar constructivamente el conflicto si pasamos de la prioridad de “dar clase y enseñar” a promover las acciones inteligentes educativas de las personas.

De paso, la racionalidad comunicacional “traducida” en una narrativa permite articular lo objetivo con lo subjetivo mediante la intersubjetividad, de los actores y actantes.

 

 

 



[1] Una NOTA se compone de anotaciones libres. No se argumenta, fundamenta o demuestra. Es un repertorio de expresiones para profundizar, conversar y discutir; para usarse más adelante en un documento académico, si fuera el caso.

 

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